La parte occidental de la caldera está formada por un cráter lago de agua fría (lago Van, el más grande de Turquía), con una profundidad de 155 metros, como resultado de las erupciones volcánicas que se producieron desde comienzos de la cuarta era geológica hasta 1.597 a.d.. También hay un pequeño lago caliente, cuya temperatura alcanza los 60 ºC, proporcionando evidencia de continuar la actividad volcánica.
La caldera es producto de erupciones de material basáltico y riolita, que lo podemos encontrar en su fondo y bordes de la misma. Dentro de ésta se observan flujos piroclásticos y lava de obsidiana o vidrio volcánico (roca ígnea volcánica, composición química de silicatos alumínicos y un gran porcentaje (70% o mayor) de óxidos sílicos), acompañada de domos de lava.
Más tarde la actividad volcánica formó una serie de conos de ceniza y domos de lava en sentido norte-sur produciendo fisuras en el flanco norte.
La actividad más reciente se produjo en sentido norte-noroeste tendiendo a una fisura hacia el este de la caldera y se extiende más allá del borde norte. Casi 2 docenas de conos y domos de lava se formaron en el piso de la caldera.
En el lago Van se han descubierto numerosas capas de ceniza de erupciones del Holoceno, y una erupción histórica del año 1441 a.d. por una fisura del flanco norte con flujos de lava de composición bimodal.
Tras el seísmo de Turquía de 2011 cerca de la ciudad de Van, se temió que despertara el volcán, ya que hubo multitud de réplicas de más de 4º en la escala de Richter, aunque finalmente no fue así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario